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Soñar despierta

Mientras descanso en la comodidad de mi cama, miro el techo de mi habitación e imagino cómo se sentiría cuando llegue a cumplir una mis metas más soñadas en los últimos días. Yo, estaría con lagrimas en los ojos, mientras observo todo lo que me rodea, el lugar donde estaría y haciendo lo que me encanta. Se forma un nudo en mi garganta cada vez que lo imagino. Sin embargo, un lado de mi, me devuelve a mi habitación y me hace ver lo que tengo a mi alrededor y en donde estoy en este momento, y duele. 

El hoyo sin salida

Durante la adolescencia pasamos un millón de cambios, despertamos de nuestra fantasía y chocamos con la realidad que siempre tuvimos en nuestro entorno. Iniciamos nuestra búsqueda por la identidad, algunos lograron hacerlo a través de vivencias hermosas, otros lucharon y se vieron frente a muchos retos que fueron hundiendo y apagando su luz, su energía y las ganas de vivir.  Cada etapa de la vida tiene un lado positivo y un lado negativo, sin embargo, cuando se es muy joven, podemos enfocarnos tanto en el lado negativo que terminamos cavando nuestra propia tumba, podemos encontrarnos en un hoyo sin salida. Se que muchas personas han pasado por esto en algún momento de su vida, y no han encontrado la manera de sacar de sus pensamientos todo ese dolor y sufrimiento.  Cuando yo pasé por ese momento de oscuridad y me encontraba en ese hoyo sin salida, empecé a escribir en mi diario y expresar esos pensamientos que me sofocaban. Utilice mi diario para hablar conmigo misma y desquitar toda l